Perfect Day: cat eyes in loneliness.



Capitulo 2:


Ya estaba llegando el otoño, los árboles ya tenían hojas arrugadas y de colores vivos. La brisa cada vez se hacia mas fría y la gente de la ciudad se abriga lo mas posible.  Los rayos del sol pasaban por las telas de la cortina iluminando toda la habitación, y las ramas de los viejos árboles golpeaban la ventana siguiendo el movimiento del viento. 
Algo me decía que este día era mas solitario que los anteriores y el sonido del vació del hogar me lo aseguraba. Observe con tranquilidad por la ventana, directamente no se podía ver nada mas que el patio, suspire levantándome pesadamente de mi cama. Tarareaba una pequeña melodía mientras terminaba de prepararme para salir de nuevo aun día como cualquiera, agarre mi bolso y acomode con delicadeza mi cabello. 
-Tsk, llegare tarde - dije mirando la hora mientras apresurada abría la puerta para salir corriendo.
-Supongo que es habitual llegar tarde,no? -decía una voz conocida. Cerré la puerta y me di vuelta con la decisión de ver a la persona que me hablaba.
-y yo supongo que siempre estorbas - dije seria mientras tomaba mi camino de siempre hacia el instituto.
Creí que iba hacer tranquilo estar con la soledad del día como siempre pero, al parecer me equivoque demasiado. Se me había olvidado de que el nuevo era mi vecino, siempre con esa sonrisa tranquila como si todo fuera una broma, eso me molestaba de verdad así que solo miraba el suelo ignorándolo mientras íbamos por el mismo camino. No se si lo ignoraba a el o a mi alrededor, yo estaba profundamente en mis pensamientos que ni siquiera sabía por donde caminaba.
-Cuidado - fue lo único que escuche decir de el cuando en esos pocos segundos me agarro rápidamente y me acerco hacia el para que me alejara de la calle, justo pasaba un auto. -No deberías distraerte- dijo soltándome mientras me miraba.
-G-gracias -fue lo único que pude soltar y en un susurro. No sabía que decir ni que hacer, solo seguí mirando el suelo. 
-Tonta -soltó una risa colocando su mano en mi cabeza despeinándome y corrió por la misma dirección por donde íbamos. - llegaras tarde de nuevo.
-No me lo tienes que decir - infle mis mejillas mientras lo miraba enfadada, tome el mismo camino corriendo para alcanzarlo y así no llegar tarde otra vez. 
Por primera vez había alcanzado llegar antes que el profesor, era un nuevo logro para mi. Me senté en mi lugar preparando los papeles del comité mientras reía al escuchar las conversaciones de mis amigas.
- ¿Noticias nuevas, Saki? estamos esperando con ansias el festival de cada año - dijo un compañero emocionado esperando escuchar una buena respuesta.
-Bueno, no falta mucho para el festival del instituto pero no, aun no hay nada planeado - se que mi respuesta lo iba a deprimir pero tampoco podía mentir.
-¡Podríamos empezar a pensar! ¡No te desanimes, Shin! -dije para animarlo cosa que al parecer funciono.
-Saki siempre animando - dijo mi amiga mientras me miraba con una sonrisa- haremos el mejor festival y soltaremos todas las ideas en el momento. 
A toda esta charla me sentía observada pero solo sonreí y seguí con lo que estaba. El profesor había llegado al salón ya, mire a mi lado y ahí se encontraba Aragi que me miraba igual.
-Tsk...-volví a mirar en dirección al profesor.
-La presidenta se enfada rápido- dijo en voz baja y no tan baja para que escuchara, se giro observando su libro y soltó una risa silenciosa. Yo lo observaba, como podía sonreír y decir tranquilamente lo que pensaba en cualquier momento era algo extraño pero asombroso.
-Y entonces, esto es lo que nos lleva a...-el profesor hablaba toda la hora y ni prestaba atención que el nuevo se había dormido.
-Haru Aragi -le susurre en un tono que el escuchara pero el seguía profundamente dormido. Agarre mi libro y lo coloque enfrente de el y así ocultándolo para que no lo descubrieran dormido. Había quedado dormido de verdad, quien lo diría que la clase era tan aburrida, solo pude soltar una leve risa silenciosa mientras lo miraba. 

Las horas volvieron a pasar y lo peor es que había comenzado a llover, el nuevo aun seguía dormido y los demás ya se había ido. Tome mis cosas y agarre mi bolso llevándolo arriba de mi cabeza para usarlo como paraguas. 
Quien diría que caminar por el mismo camino por el que vine no era lo mismo para un día lluvioso. Un pequeño gato anaranjado castaño se encontraba dentro una caja en el patio del instituto.
-Tu también estas en un oscuro lugar lleno de soledad, no?- decía mientras acariciaba al pequeño gato que me miraba con su hermosa vista, esa mirada era profunda y sorprendente. Una simple mirada en una misma situación era diferente a mi, sus ojos brillaban con la esperanza de seguir esforzándose para si mismo.
Lo tome en brazos y nos protegí a ambos de la lluvia apunto de empezar a correr hacia la casa y mantenerlo a salvo.
-Te vas a resfriar -  dijo una voz mientras sentía como un abrigo me tapaba.
-¡Haru! - me sorprendí al verlo y me aferre al pequeño gato.                                   
-Ve rápido antes que empeore el clima -sonrió mientras acariciaba el gato.
 -Pero ¿y tu? - si me llevaba su abrigo de seguro el iba a pasar mas frío y sería solo por mi culpa.
-No te preocupes, tómalo como agradecimiento por el libro - mantuvo su sonrisa y lo patee enfadada.
-No - le devolví el abrigo y saque de mi bolso un pequeño pañuelo el cual pudiera tapar al gato. - ahora vayamos antes que si empeore -sonreí levemente y empece a correr hacía la misma dirección que también tomaba Haru a mi lado.  
Llegando al frente de la casa, entre corriendo dejando al pequeño gato en el sofá para que estuviera tranquilo y relajado. Me gire para ver a Haru que me había seguido hasta dentro de mi casa.
-Gran lugar para una persona - dijo observando el lugar, en segundos continuo mirándome con curiosidad. Estaba segura de que quería preguntar algo pero no sabía, pero al parecer me había equivocado de nuevo.-y tu familia?
-  Mi madre se encuentra en otro lugar viviendo.-fue lo único que respondí y sonreí. -lo llamare Kou -dije mientras acariciaba al gato.
- Buen nombre...-miro hacía fuera de la casa y río -me tengo que ir, ya me llaman.- termino de decir y asentí con la cabeza, el se acerco y me golpeo con el libro que había usado en clases. - Te molestare para que me hables de Kou siempre - soltó una risa y se fue cerrando la puerta. 
Un silencio volvió, el silencio que siempre pasaba por el lugar. Senti como mi mano era acariciada por la cabeza del pequeño gato y sus maullidos encerraron el silencio.
-Bienvenido -sonreí. 

Perfect Day: A past to future.



Capitulo 1:

Aquellos días pasaron en épocas de primavera en ese tiempo los años pasaban con lentitud y tranquilidad, muchos decían que era por que no había diversión. Eso no era cierto, era por que había tristeza y soledad.
Para aquella época yo solo tenía once años y estaba cursando en la primaria de "Mahome" que se encontraba en Osaka, Japón. Yo no tenía un gran físico, tenia un peso normal, mi estatura no era tan alta y tenía una mirada sin expresión de un color avellano que se veía por mis lentes redondos y frágiles, mi cabello castaño estaba atado siempre con dos trenzas tirando para adelante. A comparación de las demás chicas, mi uniforme escolar era un poco mas anticuado.
Cada vez que iba a clases era burlada por mis compañeros e incluso profesores, en ese entonces la tristeza y soledad se encontraba fácil, y no había escapatoria. Algunos llegaban a tenerme miedo creyendo que era una especie de criatura y así nunca quisieron acercarse a mi.
Mis clases en la primaria no las veía tan solo las dejaba pasar como una película y miraba en aquella ventanilla al lado mio, ahí tenia mi vista clavada en aquel estudiante de un año mayor que yo. Era caballeroso y silencioso, su sonrisa era perfecta cuando reía con sus amigos, su cabello castaño y sus expresiones sonrientes era lo que siempre llamaba la atención, el futuro esposo que toda estudiante soñaba con tener.
Yo como niña joven soñaba con que el correspondiera aquellos sentimientos, tenía esperanza de que el fuera quien me dijera "para mi eres perfecta", pero mi timidez aparecía al estar frente a el. 

Para cuando el fin de la primaria comenzó yo acepte mi valentía para confesarme hacia el. Se encontraba solo en su salón, esa era mi oportunidad para acercarme...y el comienzo de mi error. Abrí con nerviosismo la puerta del salón solo para ver que el no estaba solo, estaba besando a una chica mucho mas linda y mas bella. No pude soltar ninguna palabra pero me vieron.
-¿Se te ofrece algo? -me pregunto la chica. Yo no podía hablar aun. 
-Es solo un estúpido estorbo mas - esas palabras derramaron el vaso, la voz de aquel caballeroso chico eran frías y arrogantes. Salieron por la puerta pasando al lado mio como si fuera nada mas que una pared.
-¡Me gustas!-le había gritado pero ya no era ese sentimiento el que sentía. Ellos solo se rieron.


Época terminando el verano, lo mejor para comenzar las clases. Con dieciséis años me parecía que era lo mejor o eso es lo que yo pensaba claro. Lo que mas me gustaba eran las estaciones que había y mi nombre, Saki Hanazawa, Saki quiere decir flores raras.
Mi vida cambio mucho, siendo la chica desconocida a la presidenta de la clase del instituto "Kuro Sakura", no solo eso cambio, si no que también cambie un poco mi aspecto. llevo el cabello castaño claro y largo pasando los hombros, bien cuidado y a veces con distintos peinados, deje los anteojos y ahora mi vista es mas profunda y expresiva de un avellano claro y brillante, mi uniforme a la moda y con algunos detalles, y claro que ahora uso algo de maquillaje poco y natural.
[9:30]
Tome paso apresurada corriendo a mi velocidad para no llegar tarde, pero, fue en vano.
Estaba cansada, jadeando del cansancio a pasos cortos caminaba por las calles, se me había echo tarde pero llegue al salón siendo regañada por el profesor. Tome el asiento de al fondo y al lado de la ventana que se encontraba abierta, no, no estaba prestando ni un poco de atención a la clase solo mi atención quedo clavada hacia la ventana donde podía ver todo el patio. Suspire. 
-Hey, Saki...-susurraba una voz llamándome.
-¿Eh?¿que sucede, Yui? - pregunte observando a mi amiga que se encontraba en el asciendo de adelante.
Yuiko, Yui como le decía siempre, era mi vecina por lo que nos conocemos de años, es delicada y tranquila. Su cabello blanco corto con un clip en el costado del mechón que cubre su rostro y unos ojos verdes que mostraba bondad.
-Has llegado tarde de nuevo -suspiro para luego cambiar a una sonrisa- traje almuerzo de mas por si llegabas tarde. 
-Gracias,Yui, eres la mejor - mi miraba brillaba al solo saber que tendría comida para mas tarde. 
Para cuando las clases habían terminado, nos juntamos a comer todos en el salón. Era divertido cuando comíamos juntos cada uno con su charla claro, aunque, yo me encontraba aun en mi sitio era mas tranquilo.
-La comida de Yui siempre es la mejor-dije con una sonrisa al probar un bocado.
La puerta del salón que se encontraba abierta hizo pasar una brisa repentina, y con ella un joven chico que corría con rapidez. De pocos segundos, no me había dado cuenta pero el chico había saltado por la ventana que se encontraba al lado mio.
-¿Que fue eso?-se preguntaban todos, pero eso que importaba, como presidenta debía saber que estaba pasando. 
-Sa...-alguien me llamo, no se quien ya que para entonces había saltado por la ventana tomando el mismo camino que el desconocido. 
Buscando el problema termine encontrando mas problema, no sabia donde estaba y me encontraba frente aun árbol. No, lo peor es que perdí la clase por seguir aun extraño.
-¡Wa! ¿y ahora que haré? soy un mal ejemplo como presidenta - suspire y me tire al suelo, estaba cansada y agotada. De seguro el profesor me regañaría de nuevo.
-Pues, tienes cara de ser mal ejemplo -habló una voz repentinamente.
Mire y pegue un salto, era el mismo chico colgado del árbol. Sus ojos grises profundo y su cabello oscuro desarreglado. 
-¡Tu! -me cruce de brazos enseguida - ¿sabes lo que has causado? no, eso no. ¿Me puedes decir por que saltaste por la ventana? - ridículo, de verdad esa pregunta que había hecho era ridículo ya que yo también salte por aquella ventana.
-¿eh? no se de que hablas -dijo como respuesta y salto de aquel árbol para sentarse en el suave pasto.
-Tsk...estas demasiado relajado ¿Quien eres? -Ya me estaba molestando de verdad, es molesto tratar con otros estudiantes desconocidos.
-Haru Aragi, estudiante nuevo, dieciséis años...nada que le importe, señorita mal ejemplo -había dicho eso ultimo con un tono burlón.
- Que molesto que eres pero como presidenta de la misma clase tengo que llevarte ahora mismos -lo agarre del brazo y lo arrastre sin problema hasta que me detuvo de un solo movimiento.
-Alto, señorita presidenta ¿crees que es bueno tratar aun nuevo así? pues yo creo que no - pareciera que todo fuera una broma, el seguía con su sonrisa pegada a su rostro.
Lo seguí arrastran de nuevo sin importar lo que dijera. Claro que no le iba a decir mi nombre por ser un molesto pero con que sepa que yo era la presidenta me bastaba, la gente ya me conocía.
- Lamento la interrupción, profesor, pero tuve que hacer un trabajo - le explique al entrar mientras jalaba a Aragi.
El profesor al parecer lo había entendido por lo que no me regaño, por suerte. Esa misma clase paso con rapidez que hasta ya había comenzado a llover, molesto en verdad. Tome mi bolso y lo use como paraguas mientras corría hacia mi casa salpicando cada charco.
-Te vas a caer por jugar en charcos, presidenta-la voz apareció detrás mio. La sombra de el paraguas se veía, deje mi bolso y no hable en todo el camino, no le iba a dar las gracias solo por salvarme de la lluvia.
El camino era todo silencioso pero era tranquilo, eso por mi estaba bien. Pare un momento al llegar a la puerta de mi casa.
-Con que somos vecinos -dijo tranquilamente mirando hacía la casa de al lado.
-¿Eh? ¿tu vives al lado? - listo, eso era molesto de verdad primero que fue molesto su risa burlona y lo que faltaba era que fuera vecino y que las ventanas se encontraran entre si. -Tsk...no me importa ni tampoco me interesa- solté y entre a la casa- gracias por el paraguas -dije con rapidez antes de entrar. Me sentiría mal sin decirle por lo menos eso.
Las luces de mi casa estaban apagadas, lentamente las prendí una por una. Silencio de soledad se apoderaba del hogar, deje mis cosas en el sofá y suspire de nuevo.
-esto también es molesto - es lo que había dicho mientras tomaba camino hacia mi habitación. Las luces se apagaron. 

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